Dicen que cuando conoces al amor de tu vida, lo sabes desde el primer instante... y eso fue justo lo que no nos pasó.

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Al principio solo éramos dos amigos a los que nos encantaba platicar de todo, a todas horas, sin darnos cuenta de que, poco a poco, entre risas y conversaciones interminables, algo más empezaba a surgir.

Bromeábamos con cosas como: “¿Por qué los amigos no se pueden agarrar de la mano?”… y entre broma y broma, un día simplemente ya no hizo falta preguntarlo más.

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Y henos aquí, diez años después, celebrando nuestra historia, nuestra unión y, sobre todo, felices de compartir este momento con las personas que más queremos.